- Agua templada, 100cc

- Levadura fresca, 12.5 g

- Harina de fuerza, 200 g

- Sal, una mini-cucharita.

- Aceite, 2 cucharadas soperas.

Ponemos en un vaso el agua templada y la levadura. Removemos hasta que la levadura quede disuelta. Dejar reposar unos 10 minutos.

En un bol, ponemos la harina y le añadimos la sal y removemos mezclando bien con una cuchara.

Añadimos el aceite poco a poco y removemos.

Ahora añadimos el preparado de levadura muy poco a poco, removiendo para que toda la harina se vaya empapando despacio.

Metemos la mano para juntar la harina y amasar.

Cuando se forme la masa se deja reposar un rato. 

Después se introduce la masa en el horno hasta que este doradito.

Se deja enfriar antes de comerlo.